Música: Start me up (Rolling Stones)
Y en la mesa: café Barraquito (café, leche condensada, leche, canela, corteza de limón y Licor 43)
¡Todo un éxito personal mi primer triathlon (sprint)!
Contaba con un periodo corto de preparación (3 semanas, desde el 10 de junio) para alcanzar objetivos ambiciosos, pero bien planificado, podría ser suficiente para lo que yo quería: no sufrir, disfrutar de verdad y terminar en 1h45min.
Finalmente completé 13 días de los 21 posibles, 4 de ellos con sesión triple y 1 doble.
Para ello, me centré en la natación (disciplina totalmente abandonada) y las transiciones bici-carrera a pie (de las que tan mala experiencia previa tenía). Consideré que mi fondo en bici y en carrera era adecuado para afrontar la prueba.
Para la natación, me apliqué mucho en la piscina, terreno inhóspito para mí, tratando de mejorar la técnica de mi brazada. Pero también en la sala de pesas, con el fin de hacerla mas potente, ya que mis tiempos en las series de 1000 m empezaron siendo de risa (26 min). Fue una satisfacción completarlas a menos de 22 min al final de los entrenos.
En cuanto a las transiciones, para mi ha sido una sorpresa que hayan salido tan bien, comprobando que las piernas iban ligeras nada mas terminar de rodar en la bici. Normalmente, y por comodidad, estas series las realicé indoor (spinning y cinta) con cambios de velocidad en la bici estática (20-23-27km/h, mas o menos, haciendo los saltos cada 5 min, hasta acumular 10 km) y en progresión en la cinta (empezando a 10,5km/h y terminando a 13km/h, hasta los 4 o 5 km).
Además, hice dos rodajes con mis bicis (1 con mi MTB y otro con mi Especial) por la Casa de Campo y alrededores, así como un test "sprint" el miércoles anterior a la prueba que fue todo un éxito. En este último me acompañó mi hermano, que participaba también y que no conocía el circuito. Disfrutamos mucho esta última sesión, rematando la preparación de la mejor forma posible.
Tomé dos días de respiro, estaba cansado y quería llegar muy potente al sábado.
Finalmente acumulé:
- 8.000 m natación
- 119 km bicicleta
- 41 km carrera
Tengo que reconocer mis temores a nadar en el Lago de la Casa de Campo y, además, con tanta gente al lado. Fue un pensamiento muy recurrente, en especial, los dos días previos a la prueba.
El día de antes, al ir a recoger dorsal y chip, me di una vuelta alrededor del Lago, viendo a los pescadores, afinando el olfato para ver si olía a putrefacción. No me resultaba agradable pensar en los efectos que podría tener ese agua dentro del organismo (ya que contaba que algo iba a tragar). Me tranquilizó comprobar que había peces vivos y que no percibí olores extraños.
El día de la tri salí temprano de casa, fui con mi bici en el metro, y llegue a tiempo de ver la salida de la prueba supersprint. Me dio tiempo a reconocer la entrada y la salida del agua, así como la moqueta azul que me llevaría desde el lago a mi bicicleta. Todo estaba perfectamente acondicionado. Mas tranquilidad.
Me fui a boxes, dejé preparado mi material, me saqué unas fotos, respondí unos whatsapp, me coloqué el gorro y las gafas y me fui a la zona de salida. Mi turno era en la 3ª tanda de las 10:00h. La siguiente salida de natación era 45 min mas tarde, por lo que tenía la tranquilidad de que nadie me iba a doblar.
Allí me encontré con mi amigo Luis, que salia en mi misma manga. A él recurrí las semanas previas buscando consejos técnicos, de material y de experiencia. Me alegró mucho compartir ese momento.
Nos llamaron y entramos al pantalán de salida. ¡Que buena sensación el movimiento de ese gran flotador!, parecía como que ibas pedo, que a partir de ahí no importaba nada. Se me quitó la presión y los miedos de un plumazo. Tanto fue así que cambié de planes: en vez de salir desde la parte mas exterior a las boyas, me fui a la interior, hacia la que se dirigía también Luis. Nos chocamos las manos, dieron la salida y ¡al agua!
Desde el principio tuve una gran sensación y esto me fue hizo sentir comodísimo. Yo que iba preparado para sufrir (los días previos pensaba "va a ser salir del agua y empezar a disfrutar, ya verás"), me empezaba a despegar de Luis sin esfuerzo. A mitad de alcanzar la 1ª boya saqué la cabeza y vi que no me había desviado nada, también que iba a alcanzar a nadadores de la tanda previa (¡por el gorro los conocerás!). Esto me animó mucho. Adelanté, llegué a la primera boya, llegué a la segunda, volví a adelantar, doblé la tercera boya, adelanté y ya había acabado...tremendo, ¡se me hizo corto y todo!
Corrí a buen ritmo hasta mi bici e hice una transición aceptable (calzado y todo) y saliendo me encontré a otro compañero de trabajo que salió dos minutos antes que yo...Confianza, confianza. Las cosas iban bien.
Al montar en la bici, y en la cuesta de las pistas de tenis, parecía que le podía seguir. Era buena rueda, pues el tío ha entrenado mucho este año. Pero decidí ser muy conservador y subí mas cómodo de lo que podía en aquel momento.
Luis me alcanzó, en la 1ª vuelta, pero también le dejé marchar. Quería ir suave en la bici para llegar fresco a los últimos 5 km a pie. Empleé desarrollos muy altos para las tres subidas a Garabitas, aunque forcé algo en las bajadas, lo que me hacía recuperar e ir adelantando. En la 2ª subida a Garabitas miré el crono: 48 min, la cosa iba muuuy bien.
Pues bien, acaba la bici, transición sin complicaciones y me encuentro a Luis saliendo. Le alcanzo y le animo. Me dice que se le ha salido la cadena. Me pongo a su altura con la intención de completar todo el recorrido juntos, pero sin querer, me voy adelantando. Las piernas pesaban mucho y empezaban a doler. No era como en mi primer duathlon (donde apenas las podía levantar) ni tampoco como en los entrenos (donde parecía que no hubiese montado en bici), así que, algo forzado llegué al primer cuarto de recorrido (subida) y empecé a bajar. Mi ritmo aumentaba, no me adelantaban y yo me iba acercando a los que tenía delante. Estaba cansado, pero eso animaba mucho. Completé la 1ª vuelta fatigado, pero en la 2ª todo fue mejor.
Llego a meta. 1h44m14s en mi crono. !No me lo podía creer!. Espero a que entre Luis y nos pegamos un abrazo. Igual que en la salida, una gran alegría vivir ese instante.
Ya sólo quedaba esperar a que llegara mi hermano (que salió 45 min después que yo). Lo ví cuando iba a salir de boxes, el iba hacia meta. ¿1ª o 2ª vuelta? -le pregunto-, 2ª -me contesta- ¡coño, a debido hacer un tiempazo! pensé. Y así fue (1h38m).
Me ha gustado la experiencia. Sobre todo, el poder variar los entrenos y combinar las disciplinas, mas incluso que la prueba en si (que, por supuesto, también). Los que venimos del running nos satura mucho el hacer series, cuestas, fartlek, tiradas largas. Parece que cambias, pero en realidad, estás haciendo lo mismo. En el triathon, este nivel, no necesitas ser un experto en todas las técnicas ya que tus carencias en una disciplina puedes suplirla con tus habilidades en otra. Y sobre todo, puedes disfrutar de la bici, que es lo que mas me gusta en este mundo.
Gran experiencia. Por todo ello, repetiré.
